El Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos de municipios (PIREP local), promovido por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), ha dejado una buena suma de euros en la zona oriental de la provincia de Huesca. Los ayuntamientos de Monzón, Barbastro, Fraga y Binéfar recibirán ayudas muy importantes para rehabilitar destacados e históricos edificios municipales. Los proyectos elegidos, de los más de 1.000 presentados, han sido seleccionados con base en criterios de calidad arquitectónica, solidez, gobernanza, enfoque integral, innovación y oportunidad. El objetivo de las intervenciones a financiar es reducir más del 30 % el consumo de energía primaria no renovable.
Los proyectos que se van a ver beneficiados por estas ayudas en la parte sureste de la provincia son: en Monzón, “REHABILITACIÓN Y RECUPERACIÓN DE LA ANTIGUA AZUCARERA. FASE I”, 2.356.999,15; Barbastro ha sido elegido con la “REFORMA ALMACENES SAN PEDRO PARA DESTINARLO A BIBLIOTECA”, 1.361.880,10 €; Fraga podrá emprender el proyecto de “REHABILITACIÓN DEL EDIFICIO ANTIGUO DEL COLEGIO SAN JOSÉ DE CALASANZ”, 1.813.845,50 €; finalmente, Binéfar acometerá la “REHABILITACIÓN DELA ANTIGUA ALGODONERA”, 989.738,99 €.
El MITMA ha concedido provisionalmente 274 millones de euros de los fondos europeos de recuperación Next Generation a 173 entidades locales de toda España para rehabilitar 181 edificios públicos de su titularidad. La resolución provisional, publicada hoy en sede electrónica del ministerio, corresponde a la Línea 2 del PIREP local del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La subvención media concedida a cada proyecto es de 1,51 millones de euros. Entre ellos, encontramos a los cuatro ayuntamientos de nuestra zona oriental de la provincia.
Tras la publicación del listado, las entidades locales seleccionadas dispondrán hasta el próximo 18 de abril para aceptar expresamente las ayudas, antes de que se publique la resolución definitiva. La concesión final de las ayudas implica que, una vez finalizada la rehabilitación, los edificios deberán destinarse a uso público durante al menos 20 años y generar importantes ahorros en su consumo de energía. No en vano, los objetivos del programa son ayudar a mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental, garantizando la reducción de más del 30 % del consumo de energía primaria no renovable, mejorar la accesibilidad, la habitabilidad e impulsar la conservación del parque edificatorio. Las actuaciones financiadas deberán ser solventes técnica y financieramente y estar efectivamente implantadas y en funcionamiento antes del 31 de marzo de 2026.