La capital del Somontano vivió una fiesta del fútbol con mayusculas, 6.000 personas se dieron cita en el Municipal de los Deportes para presenciar un partido que pasará a la historia de la población barbastrense. A pesar de la derrota, el conjunto rojiblanco plantó cara al todopoderoso FC Barcelona e incluso en algunos momentos de la segunda parte le puso contra las cuerdas. Al final derrota por 2-3 y fin al sueño copero de la UD Barbastro, que a partir de ahora deberá centrarse única y exclusivamente en conseguir la permanencia en 2ª RFEF.
Durante los últimos días el partido de Copa del Rey entre el conjunto del Somontano y el FC Barcelona ha trascendido lo futbolístico, una ciudad volcada e ilusionada con un equipo que meses atrás eliminó a la Ponferradina y al Almería, ganándose por méritos propios enfrentarse a uno de los grandes del fútbol español. El terreno de juego barbastrense se engalanó para la ocasión -mosaico rojo y blanco incluido en uno de los fondos justo antes de iniciarse el choque-. Durante la primera mitad el conjunto catalán -que salió practicamente con el equipo de gala- fue el dueño y señor del partido, monopolizó el balón y fue muy superior a los locales. Fermín pasado el primer cuerto de hora de partido adelantó al Barça; pudieron llegar más goles antes del descanso, pero las paradas de Arnau mantuvieron vivo a su equipo.
Tras el descanso la UD Barbastro salió con otro impetú, y generó más peligro en los primeros cinco minutos de la segunda mitad, que en toda la primera, pero en esto del fútbol ya se sabe… y Raphinha en la primera aproximación blaugrana ponía tierra de por medio. No se rindieron los del Vero, que durante muchos minutos plantaron cara a un conjunto de tres categorías más. De Mesa acortó distancias con media hora por delante y hubo momentos donde la igualada no estuvo tan lejos. En el tramo final del encuentro, Lewandoski de penalti parecía que dejaba la eliminatoria vista para sentencia, pero Marc Prat, también de pena máxima volvía a hacer soñar a una afición volcada, que no paró de animar a los suyos. Tras sacarse de centro apenas se jugaron un par de minutos en los que no hubo tiempo para nada reseñable. Victoria del Barça como la lógica hacía presagiar, pero el Barbastro a pesar de la derrota sale muy reforzado de su aventura copera. Sin duda, el 7 de enero ya es historia del fútbol barbastrense.