El jugador del Atlético Monzón volvió a sentirse futbolista al disputar un partido de fútbol diez meses después de sufrir una grave lesión de rodilla. Joel Porté pudo ayudar a sus compañeros en el tramo final del encuentro que enfrentó al cuadro rojiblanco y al Cuarte en el Isidro Calderón y que finalizó con victoria por 2-0 para los montisonenses. Tras el pitido final, el defensa leridano lo celebró con una sonrisa de oreja a oreja, dejando atrás momentos complicados, donde reconoce haberse sentido arropado en todo momento por sus compañeros, directiva y afición, a los que está muy agradecido.
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