«Polvo, niebla, viento y sol…», cantaba el gran Labordeta, porque esto es Aragón. Y hoy, casi de todo eso ha tenido la segunda jornada del Encuentro de Comunidades Aragonesas en el Exterior, que hasta mañana domingo se está celebrando en Binéfar: sol agradable, viento en racha, polvo derivado y niebla dormida.
Treinta y cinco comunidades aragonesas llegadas de buena parte de España, e incluso una de Toulouse, han conformado el notable ambiente que se ha vivido a lo largo de toda la jornada: recibimiento, presentaciones, juegos aragoneses, acto académico, jotas, cena oficial, verbena… y la presencia de Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, Severino Pallaruelo, etnógrafo, historiador y escritor, y Mariano Moles, director del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón, en ese acto de distinción a estos tres aragoneses ilustres.
Mañana más con misa jotera, segunda parte del festival de jotas, comida de hermandad y despedida para un millar de personas que no han querido perderse este nuevo -van cuarenta y cuatro- reencuentro entre aragoneses que residen lejos de su tierra; los mejores embajadores de Aragón.