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El Desván vuelve a reunir a cientos de amantes de las antigüedades

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Cientos de personas visitaron El Desván, la decimosexta edición de la Feria del Desembalaje, que durante el sábado y domingo se celebraba en el pabellón cubierto del recinto ferial de Barbastro con la presencia de 35 expositores. La gran afluencia de público fue protagonista desde que el certamen abrió sus puertas ayer por la tarde. Un gran número de personas aguardaba la apertura de puertas y más de medio millar habían entrado en el recinto apenas cumplida la primera hora de feria. La presencia de visitantes, llegados de distintos puntos de la provincia, de otras limítrofes e, incluso, de Francia se mantuvo constante durante todo el fin de semana, en la que hubo momentos en los que en el recinto confluyeron más de 800 personas a la vez. Además de los cientos de visitantes, también fueron numerosas las transacciones comerciales realizadas en el marco de un certamen que, un año más, convertía el pabellón cubierto del recinto ferial de Barbastro en un gran salón de antigüedades que reúne miles de objetos de todo tipo.

Los 35 expositores, uno más que la pasada edición, han desplegado en los 2.000 metros cuadrados del pabellón del recinto ferial de Barbastro miles de piezas antiguas y de coleccionista, desde joyería a textil, pasando por juguetes, discos, muebles de todo tipo y estilos, esculturas, cómics, cámaras de fotos, máquinas de escribir… un sinfín de objetos para todos los gustos y presupuestos. Todos ellos llegados de distintos puntos de la geografía nacional: de Aragón, Cataluña, La Rioja, Navarra y Castellón, así como una nutrida representación de expositores franceses, cinco en esta ocasión. Y, como en las ediciones precedentes, El Desván mantenía el reconocimiento de Certamen Internacional a efectos aduaneros, concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad, debido al alto porcentaje de anticuarios internacionales que participan en él cada año.

Organizada por el Ayuntamiento de Barbastro, a través de su Área de Desarrollo, El Desván es una feria del desembalaje, esto es, un formato de venta de antigüedades en auge, que cada vez cuenta con más seguidores. Las piezas se exponen directamente descargadas de los camiones, y pueden encontrarse piezas restauradas y también sin restaurar.

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