Un toro de lidia que será protagonista esta tarde en la corrida de toros de Barbastro, atacó de manera deliberada a tres cabestros que participaban en el desencajonamiento del animal en la misma plaza de toros. El hecho ocurría el pasado miércoles por la tarde, previo a un espectáculo taurino infantil, y en la plaza se encontraban ya familias –padres y niños- a la espera del inicio del citado evento. Las imágenes, muy desagradables, se han hecho virales con miles de reproducciones en unas pocas horas.
Las reacciones no se han hecho esperar, empezando por el responsable de la empresa organizadora; Carlos Sánchez le resta importancia resaltando que, «es una desencajonada en la cual salen toros bravos y como tales se comportan, y es habitual», asegurando que pese a las embestidas que sufrieron, «todos los cabestros están bien porque son animales fuertes que en las ganaderías tienen esos percances a diario».
Mientras, el alcalde de Barbastro, Fernando Torres, ha explicado que el desencajonamiento es «una tarea compleja porque el ganadero y el empresario saben que se corre un riesgo por los daños que pueden sufrir los propios toros que están en la plaza». Y ha coincidido con el argumento del empresario de la plaza de que «obviamente son toros bravos que embisten y hubo un momento de más tensión porque venían de un viaje muy largo, pero al final todos los bueyes fueron atendidos posteriormente por veterinarios y todos están en perfecto estado». El alcalde destacaba que el espectáculo infantil posterior se desarrolló «sin problemas y con multitud de niños». Torres ha rechazado rotundamente que se califiquen estos hechos como «sadismo o barbarie» porque, en su opinión, «muestra un total desconocimiento de la fiesta taurina y de la cultura del toro con comentarios muy desafortunados porque nadie protege más al ganado bravo que los propios ganaderos y los aficionados».
Por su parte, el partido animalista Pacma ha criticado duramente los hechos. «¿Qué esperaban que ocurriera?», pregunta el presidente nacional, Javier Luna, quien achaca la responsabilidad al Ayuntamiento de Barbastro y exige el fin de las actividades taurinas que, según él, «no sirven para nada más que fomentar la violencia gratuita contra los animales y normalizar su dolor». También lamentan que estos animales hayan quedado fuera de la ley de protección animal que entrará en vigor este 29 de septiembre y que el Gobierno central «no haya movido una sola ficha para acabar con la tauromaquia en los últimos 4 años».